¿Qué es la Web 3.0?
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Evolución de la web
Si estás leyendo este artículo, entonces formas parte de la Web 2.0. La web que estamos experimentando hoy en día es muy diferente de lo que era hace solo 10 años, pero… ¿Cómo ha evolucionado la web? Y lo más importante… ¿Hacia dónde se dirige ahora?
Web 1.0
Primero se creó la Web 1.0, también conocida como web primitiva, donde la mayoría de los participantes eran consumidores de contenido. Esta web era básicamente un depósito de internet de solo lectura donde los usuarios podían navegar, pero no interactuar; era unidireccional. ¿Difícil de creer?
A principio de la década de los 90, todavía no se podían adjuntar fotografías o archivos a un correo electrónico. Si tienes más de 30 probablemente recuerdas que la conexión de internet hacía ruido cuando intentabas acceder.
Web 2.0
A medida que nos adentramos a la década de los 2000, los motores de búsqueda como Google comenzaron a poner orden en el internet y los sitios web se volvieron interactivos. La Web 2.0 se caracteriza por tener todas las comunidades en redes sociales como Twitter, YouTube, Instagram, Facebook y WhatsApp. Y luego por el nacimiento de las apps que se podían usar en dispositivos móviles.
Este periodo vio un gran aumento en el intercambio de archivos y en la cantidad de datos producidos. Aquellos que se movieron lo suficientemente rápido para capturar estos datos y crear un efecto de red se convirtieron en los reyes de la Web 2.0. Las empresas de tecnología como Google y Facebook monopolizaron la recolección gratuita de datos de usuarios y la venta de estos a algunos anunciantes.
Web 3.0
Ahora la Web 3.0 descentraliza todo lo que conocemos; ya no depende de “data centers” y todos podemos participar. Esta Web estará orientada a ser más autónoma, inteligente y abierta. Hay algunas diferencias fundamentales entre la Web 2.0 y la Web 3.0 pero la descentralización es su núcleo.
El Internet descentralizado del futuro
La Web 3.0 mejora el internet como lo conocemos hoy con algunas otras características adicionales; la información y la monetización es controlada por el usuario. Los desarrolladores no crean e implementan aplicaciones que se ejecutan en un solo servidor o que almacenen sus datos en una sola base de datos, si no que se ejecutan en cadenas de bloques (blockchain), redes descentralizadas “Peer to Peer” o una combinación de los dos que forma un protocolo criptoeconómico. La aparición de blockchain significa que ahora podemos construir conscientemente la Web 3.0 de una manera que beneficie para todos.
Este modelo refleja el valor de las contribuciones de los usuarios a los ecosistemas en línea. Algunos proyectos con visión a futuro, como el navegador Brave, ya lo están implementando. Brave utiliza el seguimiento de terceros y permite a los usuarios elegir si quieren ver o no ver anuncios emergentes.
Aquellos que optan por navegar en la plataforma Brave son recompensado con el Basic Attention Token; la criptomoneda nativa del navegador. Los usuarios de Brave también pueden optar por dar propina directamente a los creadores de contenido con el token BAT, quitándole poder a los intermediarios como YouTube, que generalmente decide quien puede recibir dinero con el contenido.
Las plataformas como Brave a menudo se conocen como DApps (aplicaciones descentralizadas). Para lograr una red descentralizada, estable y segura, los participantes son incentivados y compiten para brindar servicios de la más alta calidad a cualquiera que los utilice. Las criptomonedas juegan un papel importante en muchos de estos protocolos; proporcionan un incentivo financiero (tokens) para cualquier persona que quiera participar en la creación, gobierno, contribución, o mejora los proyectos.
El inicio de una nueva era
Otro gran cambio es que los futuros usuarios de la web podrán tener una identidad en línea multiplataforma. Esto será como una licencia de conducir, excepto que la identidad estará asegurada por blockchain y sólo existirá en línea. Con esta identidad podremos iniciar sesión en sitios web, suscribirnos a servicios, completar solicitudes de hipotecas, reclamar reembolsos de impuestos y muchas cosas más. Los amigos se vincularán a través de sus identidades en línea y si un usuario abre una cuenta en un nuevo sitio de redes sociales o DAPPs, traerá consigo todas sus conexiones.
Muchas plataformas están tratando de incorporar la primera red social exitosa basada en blockchain. Se prevé que para 2030, 100 mil millones de dispositivos estarán conectados a internet, superando en número a los humanos por un factor de 10:1.
Esto significa que habrá una inmensa cantidad de datos recopilados sobre nuestras vidas personales, y también señala la importancia de la tecnología blockchain descentralizada para garantizar que terceros no puedan acceder a nuestros datos sin consentimiento.
Todos hemos tenido problemas con la privacidad en Internet, especialmente con las redes sociales. La Web 3.0 es apenas el principio del camino que llevará a un futuro más sostenible, seguro y confiable para todos. Para llegar hasta allí, tendremos que adaptarnos rápidamente. Nada es más importante que la seguridad y la privacidad de nuestros datos 🔐.