¿Has escuchado hablar acerca de los DeepFakes?
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¿Qué son los DeepFakes?
La tecnología detrás de los DeepFakes puede poner palabras en la boca de cualquier persona sin importar si es una figura pública. Estos son videos creados con inteligencia artificial en los que se reemplaza la cara de una persona por la de otra, pero son tan similares que es difícil darse cuenta de que son mentira. Los DeepFakes son imágenes o videos se generan con algoritmos que capturan los rostros faciales de miles de fotografías y videos tomadas desde distintos ángulos y logran recrear la voz e imagen de la persona simulando sus gesticulaciones.
El término “DeepFake” nació en el 2017 cuando un usuario de Reddit (red social con 542 millones de usuarios mensuales) publicó con ese nombre videos con los rostros de Taylor Swift y otras artistas en cuerpos de actrices de contenido sexual.
Peligros de los DeepFakes
Los DeepFakes no son malos, pues han hecho bailar a la reina Isabel II de Inglaterra en TikTok e incluso han resucitado a famosos. Desde el 2019 ha habido un crecimiento exponencial del 900% en la producción de DeepFakes, mejorando cada vez más los algoritmos y disminuyendo las diferencias entre la realidad y la ficción. De igual manera puede ser una arma peligrosa en las manos equivocadas, tal vez puede ser una herramienta eficaz para desinformar e incluso poner palabras en la boca de algún líder que provoque desorden público. En septiembre del 2019 se dio a conocer la primera gran estafa de un DeepFake, el CEO de una empresa energética en el Reino Unido transfirió 220,000 euros por orden de un software que imitaba la voz de su jefe.
Según un análisis publicado por el Colegio Universitario de Londres, los DeepFakes con fines criminales son reconocidos como el delito de inteligencia artificial con mayor poder de su especie y el más difícil de derrotar. Así mismo, la falsificación de secuestros mediante la imitación de voz o imagen en video o la imitación de voz para acceder a sistemas privados son algunas de sus modalidades más frecuentes.
Algunos países aún debaten acerca de su regulación, China prohibió la difusión de los DeepFakes sin previa advertencia y el estado de California prohibió el uso con fines políticos en periodos electorales.
Será muy importante fomentar la cibereducación y el desarrollo de programas que identifiquen los DeepFakes, ya que si lo que existe en la realidad puede ser modificado o inventado, el peligro más grande que representan los DeepFakes es la duda que siembran sobre los documentos reales.