Estados Unidos, el imperio de la seguridad biométrica
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Actualmente, el Departamento de Seguridad Nacional está en el proceso de recopilar la segunda base de datos biométricos más grande del mundo. Ésta incluirá rostros, huellas digitales e iris de 260 millones de personas, de las cuales la mayoría no son residentes o ciudadanos de los Estados Unidos.
¿Qué es la tecnología biométrica?
La tecnología biométrica es un método de reconocimiento de personas basado en rasgos fisiológicos o de comportamiento. La biometría fisiológica se basa estrictamente en rasgos físicos como la huella dactilar, el reconocimiento facial, el escaneo de iris y retina y el reconocimiento de la geometría de la mano. Por otro lado, la biometría de comportamiento se puede enfocar en el reconocimiento de la forma en la que se mueve una persona, su voz o la forma de escribir en un teclado.
¿La seguridad biométrica pudo haber evitado los ataques del 11S?
Dianne Feinstein, senadora de California, expresó su interés en este tipo de tecnología. Lo anterior porque le resulta aterrador que un grupo de terroristas fuera capaz de coordinar y operar durante más de un año en los Estados Unidos sin ser detectado y que, además, hayan podido abordar cuatro aviones distintos sin ser detenidos. Esto ocurrió debido a que no pudieron ser identificados. Con la tecnología biométrica y de vanguardia, hoy en día existe una nueva forma de identificar a terroristas potenciales.
Tras el ataque del 11 de septiembre, Estados Unidos se convirtió en el imperio de seguridad biométrica. Los meses posteriores al atentado, la identidad se convirtió en una cuestión de seguridad nacional estableciendo a la biometría como la única solución. Sin embargo, actualmente se ha empezado a cuestionar qué tan sensible es esta información y cómo ésta puede afectar la privacidad y seguridad de ciertos individuos. La comisión del 11-S publicó el informe final en el 2004, en el cual se hacía la recomendación de instalar sistemas de detección biométrica en todas las fronteras de Estados Unidos para identificar y monitorear las entradas y salidas del país. Actualmente estos sistemas de tecnología se encuentran en la mayoría de los aeropuertos del país.
Biométricas bajo el contexto de la guerra
Dentro del marco de las guerras en Irak y Afganistán, se ha utilizado este tipo de tecnologías con el objetivo de buscar a enemigos no uniformados dentro de la población civil. El proceso incluía la recopilación de datos biométricos de millones de ciudadanos afganos e iraquíes. La reciente noticia de que estas bases de datos con información biométrica sensibles pudieron haber caído directamente en manos de los talibanes resulta algo aterrador. Esto debido a que los Talibanes podrán localizar, identificar y atacar a los afganos que ayudaron a las fuerzas estadounidenses y de la OTAN.
Estas preocupaciones no carecen de fundamentos, pues en el 2016 y 2017 se informó que los insurgentes talibanes estaban deteniendo a ciertos individuos para hacer escaneos biométricos e identificar a aquellos que habían ayudado a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, lo que es realmente preocupante es que las bases de datos biométricas de Estados Unidos no solo contienen información de quienes trabajaron dentro de sus fuerzas armadas, sino que también existe la posibilidad de que haya información de personas que fueron obligadas a proporcionar sus datos y pueden ser percibidas como colaboradores, independientemente de si realmente apoyaron a las tropas o no.
En el 2017, el teniente coronel John W. Velliquette Jr estableció que esta base de datos era muy sensible, ya que se podría convertir en una lista de blancos si llegara a las manos equivocadas.
Sin lugar a dudas, tras el atentado del 11 de septiembre, la identidad se convirtió en algo fundamental para la seguridad nacional. Se ha vuelto una forma de mantener un control fronterizo de las operaciones militares y la vigilancia nacional. Veinte años después del atentado del 11 de septiembre, cabe preguntarse ¿qué nos depara en el futuro? Se crearon bases de datos con millones de registros biométricos con el objetivo de proteger a la nación. No obstante, surge la posibilidad de habernos expuesto a un riesgo aún mayor.