¿Qué es la Gestión de Identidades y Accesos (IAM)?
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Los entornos digitales se han convertido en el medio de trabajo de la mayoría de las empresas: el uso de plataformas multinube que permiten el trabajo remoto y la asociación con múltiples individuos facilita en gran medida los flujos de trabajo. Sin embargo, también implica mayores riesgos de ciberseguridad, pues se le debe otorgar acceso a múltiples usuarios a recursos empresariales privados.
Por ello, tener herramientas que permitan gestionar las identidades y accesos de los usuarios puede facilitar el cumplimiento de una estrategia de ciberseguridad sólida. A continuación, te explicamos en qué consisten estas herramientas y qué beneficios pueden darle a tu empresa.
¿Qué es la gestión de identidades y accesos?
La gestión de identidades y accesos o IAM (siglas de Identity and Access Management) es una disciplina informática que se encarga de definir qué usuarios o dispositivos tienen acceso a recursos de una empresa, tomando en cuenta el rol que estos cumplen.
Se trata de un sistema que otorga a los usuarios y dispositivos, acceso a aquellos recursos (incluyendo datos, redes, aplicaciones, etc.) que necesitan para cumplir su función dentro de la empresa.
La premisa de los sistemas de IAM es crear una identidad digital confiable para cada usuario o dispositivo y mantenerla a lo largo del ciclo de vida de los mismos mediante procesos de autenticación adaptativa y autorización según privilegios o roles.
Así, estos sistemas permiten que los administradores y el personal de DevOps (Development Operations) puedan modificar los roles de un usuario, monitorear sus tareas y generar reportes sobre sus actividades, facilitando el cumplimiento de requisitos legales y políticas de ciberseguridad empresarial.
Diferencias entre gestión de identidades y gestión de accesos
A pesar de ser partes de una misma disciplina, la gestión de identidades cumple con objetivos distintos a los que cumple la gestión de accesos. Son dos elementos que se complementan entre sí, y que juntos permiten evitar los accesos no autorizados y reducir las vulnerabilidades informáticas de la empresa.
Gestión de identidades: autenticación
La autenticación consiste en verificar que la identidad de un usuario o dispositivo es válida dentro de una red o sistema empresarial. En este contexto, la identidad digital de cada usuario es el conjunto de datos que se utilizan para confirmar su identidad (por ejemplo, un nombre de usuario, contraseña, huellas digitales, entre otros).
Existen varias formas de llevar a cabo la gestión de las identidades de los usuarios o autenticación, que incluyen el inicio de sesión único, la autenticación multifactorial y la autenticación basada en riesgos.
Inicio de sesión único (SSO)
En el caso del single sign on (SSO) o inicio de sesión único, es necesario ingresar credenciales (por ejemplo, nombre de usuario y contraseña) que garantizan el acceso de los usuarios a cada uno de los dispositivos, servicios y servidores sin necesidad de ingresar los datos en cada plataforma por separado.
Autenticación multifactor (MFA)
Esta medida de seguridad utilizada para mejorar la seguridad en cuanto al control de accesos, requiere que el usuario cumpla con dos o más comprobaciones para que su identidad sea verificada. Para ello se pueden utilizar tarjetas inteligentes, tokens de hardware o códigos enviados al correo electrónico, como ocurre en los casos de doble factor de autenticación.
Autenticación basada en riesgos
Este método de autenticación solo le pide al usuario que cumpla con dos o más métodos de verificación de identidad cuando se detecta un riesgo de gran impacto para el mismo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el usuario trata de ingresar al sistema desde una ubicación inusual.
Gestión de accesos: autorización
La autorización es el proceso mediante el cual se decide qué usuarios tendrán derechos de acceso a qué recursos, y qué nivel de acceso tendrán (es decir, si podrán ver, editar o eliminar información). Dicho de otra manera, este proceso le otorga derechos de acceso mínimos y estrictos a cada usuario al configurar su identidad digital.
Esta se rige por el principio de confianza cero o Zero Trust, que se basa en otorgar los privilegios mínimos a los usuarios. Con dicha configuración, los usuarios únicamente pueden entrar al sistema para llevar a cabo tareas puntuales y acciones que sean necesarias, pero con límites. Incluso, es posible establecer límites de tiempo en el que los recursos necesarios para hacer las tareas, se encuentren disponibles.
Existen dos métodos principales para la administración de acceso: según los privilegios de acceso de cada usuario, o basándose en el rol que cada uno cumple dentro de la empresa.
Gestión de acceso con privilegios (PAM)
Este tipo de acceso privilegiado se encuentra reservado solo para el personal de DevOps que sean los encargados de realizar cambios en las aplicaciones, sistemas y bases de datos.
Con esta credencial se tiene acceso a información confidencial, por lo cual las soluciones de PAM (Privileged Access Managment) tienen el trabajo de supervisar los movimientos de los usuarios con este acceso para evitar el robo de datos y el mal manejo de este privilegio.
Gestión de acceso basada en roles (RBAC)
En la gestión de acceso basada en roles o RBAC (Role Based Access Control), los administradores pueden controlar el acceso de los usuarios según las responsabilidades que tengan en la institución. Es decir, en vez de asignarle a cada uno los privilegios que puede tener, se simplifican las cosas clasificando los privilegios según corresponda, lo cual permite ahorrar tiempo.
En resumen, la administración de identidades permite verificar que el usuario que intenta acceder a los sistemas, redes o dispositivos de la empresa es quien dice ser, mientras que la gestión del acceso permite delimitar qué atributos o privilegios de acceso tiene cada usuario según las políticas empresariales existentes.
Así, se trata de dos herramientas que se complementan, y que en conjunto permiten que los usuarios puedan acceder de forma segura a las herramientas puntuales que necesitan para llevar a cabo sus funciones dentro de la empresa de la manera más eficiente.
¿Por qué es importante para las empresas tener una adecuada gestión de identidades y accesos?
Con la transformación digital, los avances de la inteligencia artificial y la popularización del trabajo remoto, las empresas no solo deben ocuparse de que sus empleados posean una identidad digital para cumplir con sus funciones, sino que también deben proporcionar acceso seguro a colaboradores, contratistas, clientes, dispositivos IoT, APIs, entre otros.
La finalidad de ello es proteger entornos multinube en los que se reparte la carga de trabajo, y hacer más seguro el uso de SaaS (Software as a Service) en múltiples aplicaciones o dispositivos; incluyendo además la gestión de usuarios que utilizan una VPN (Virtual Private Network) para acceder a la empresa en remoto.
Por otro lado, las empresas deben estar preparadas para un panorama en el que cada vez son más frecuentes las violaciones del perímetro y los accesos no autorizados, principalmente debido al uso de cuentas de usuario con contraseñas débiles o repetitivas, siendo cada día más relevante el uso de contraseñas seguras.
Por lo anterior, las soluciones de gestión de identidades y accesos son parte fundamental de una buena estrategia de ciberseguridad empresarial. Estas protegen las credenciales de los usuarios y disminuyen el riesgo de que los ciberataques tengan consecuencias tangibles en el proceso productivo del negocio, pues mantiene los flujos de trabajo en niveles eficientes y seguros.
5 beneficios de una buena gestión de identidades y accesos para tu empresa
Cuando funcionan de forma óptima, los sistemas de gestión de accesos e identidades permiten mejorar el funcionamiento de los recursos digitales e incrementar la productividad empresarial. Los principales beneficios de la implementación de sistemas IAM son:
1. Agiliza las operaciones e incrementa la productividad
Utilizar una solución de IAM que permita automatizar la autenticación de la identidad del usuario y la creación de roles, certificaciones y otras solicitudes, puede reducir la carga de trabajo del personal de TI, permitiendo que se centren en otros proyectos que le brindan beneficios adicionales a la empresa.
Así mismo, facilita el acceso del resto de los usuarios a los diversos recursos empresariales, según su rol o sus privilegios, mejorando la eficiencia de todos los trabajadores y facilitando la gestión del ciclo de vida de los productos y servicios que ofrece la empresa a sus clientes.
2. Reduce los costos de TI
Debido a lo anterior, la implementación de un sistema IAM eficiente reduce la necesidad de solicitar asesoría del equipo de TI para restablecer una contraseña o crear una nueva cuenta de usuario para un nuevo empleado. Esto podría reducir la cantidad de personal de TI necesario para llevar a cabo las tareas de este departamento, agilizando considerablemente la manera en que se lleva el flujo de trabajo en el mismo.
3. Facilita el cumplimiento normativo
En el contexto de un ambiente en el que los ciberataques son cada vez más complejos, los estándares y normativas sobre ciberseguridad vigentes son cada vez más estrictos, y ha sido necesaria la creación de nuevas leyes, como la ley de ciberseguridad de México, para garantizar la seguridad de los entornos TI.
Las soluciones de IAM, además de cumplir con funciones de autenticación y autorización, también pueden compilar información, generar informes de fallas y revisar los accesos otorgados según distintos estándares, adaptándose a las necesidades de cada empresa. De esta forma, permiten tener un control riguroso de la información acorde a la legislación pertinente.
4. Mejora la experiencia de usuario
Los sistemas IAM funcionan a modo de autoservicio, pues facilitan el acceso de forma segura y rápida a los usuarios autorizados, reduciendo el tiempo que toma ingresar a las plataformas y los recursos empresariales correspondientes a las funciones de cada empleado, cliente, colaborador, etc.
5. Mejora la seguridad de la información
La identidad de un usuario es el principal elemento de control para proteger la información privilegiada de la empresa, llegando a considerarse el reconocimiento de la identidad de los usuarios como un perímetro de seguridad. En este sentido, el uso de herramientas IAM reduce la probabilidad de que un ciberataque, interno o externo a la empresa, sea exitoso.
Dicho de otra forma, los sistemas IAM funcionan como una herramienta que fortalece la seguridad de la información de la empresa, reduciendo vulnerabilidades e identificando patrones anómalos de comportamiento que podrían implicar un riesgo de seguridad.
Adicional al uso de estas herramientas, es fundamental asesorarse con personal especializado en materia de seguridad. Por ello, en Delta Protect ofrecemos CISO as a Service, un complemento de nuestra plataforma Apolo, que le da a tu empresa la oportunidad de tener a un equipo de expertos en ciberseguridad que te asesoren sobre estrategias que les permitan tener una adecuada gestión de identidades y accesos.